Habia una vez una niña a la cual todo el mundo le llamaba Caperucita porque llevaba una capucha de color rojo.
Un dia, su madre le dijo que fuése a llevarle miel a su abuela, que estaba muy enferma en la cama.
Por el camino se encontró al lobo, que le dijo con voz melosa:
-¿Dónde vas, Caperucita, con ésta cesta?
-Voy a ver a mi abuela. No me entretengas, que tengo bastante prisa -contestó la niña.
-Anda por este camino , que es más corto y llegarás antes -le engañó el lobo.
El lobo cogió un atajo y fue corriendo en casa de la abuela, la cerró en un armario y se metió en la cama a esperar a Caperucita.
Cuando llegó Caperucita, se encontró a la abuela que estaba muy cambiada.
-Es porque estoy enferma, cariño -le dijo el lobo haciendo la voz de abuela.
-¿Porqué tienes las orejas tan grandes, abuela? -le dijo.
-Son para oírte mejor -contestó el lobo.
-¿Y porqué tienes los ojos tan grandes? -insistió la niña.
-Son para verte mejor -dijo el lobo acercándose a la Caperucita.
¿Y porqué tienes la boca tan grande -dijo Caperucita con un poco de miedo.
-Es para comerte mejor!! -gritó el lobo lanzándose encima.
Y en ese momento unos cazadores que pasaban por allí, al oir los gritos, entraron en la casa y echaron fuera al lobo y sacarona a la abuela del armario.
FIN
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